La noche del 31 de diciembre es una noche mágica. Es momento de reflexión y de esperanzas renovadas. ¿Qué proyectos no salieron como queríamos en este año que ya acaba? ¿Qué deseos tenemos para los próximos 365 días que vemos por delante como un lienzo en blanco? Con el toque de las campanadas y el brindis de las copas, las frustraciones se olvidan.
Esta noche está llena